orígenes
Historia
La Comunidad Parroquial
Significado
“La parroquia es una determinada comunidad de fieles constituida de modo estable en la Iglesia particular, cuya cura pastoral, bajo la autoridad del obispo diocesano, se encomienda a un párroco, como su pastor propio” (CIC can. 515, §1). Es el lugar donde todos los fieles pueden reunirse para la celebración dominical de la Eucaristía. La parroquia inicia al pueblo cristiano en la expresión ordinaria de la vida litúrgica, le congrega en esta celebración; le enseña la doctrina salvífica de Cristo. Practica la caridad del Señor en obras buenas y fraternas: «También puedes orar en casa; sin embargo no puedes orar igual que en la iglesia, donde son muchos los reunidos, donde el grito de todos se eleva a Dios como desde un solo corazón. Hay en ella algo más: la unión de los espíritus, la armonía de las almas, el vínculo de la caridad, las oraciones de los sacerdotes» (San Juan Crisóstomo, De incomprehensibili Dei natura seu contra Anomoeos, 3, 6).
La parroquia no es una estructura caduca; precisamente porque tiene una gran plasticidad, puede tomar formas muy diversas que requieren la docilidad y la creatividad misionera del Pastor y de la comunidad. Aunque ciertamente no es la única institución evangelizadora, si es capaz de reformarse y adaptarse continuamente, seguirá siendo «la misma Iglesia que vive entre las casas de sus hijos y de sus hijas». Esto supone que realmente esté en contacto con los hogares y con la vida del pueblo, y no se convierta en una prolija estructura separada de la gente o en un grupo de selectos que se miran a sí mismos. La parroquia es presencia eclesial en el territorio, ámbito de la escucha de la Palabra, del crecimiento de la vida cristiana, del diálogo, del anuncio, de la caridad generosa, de la adoración y la celebración. A través de todas sus actividades, la parroquia alienta y forma a sus miembros para que sean agentes de evangelización. Es comunidad de comunidades, santuario donde los sedientos van a beber para seguir caminando, y centro de constante envío misionero. Pero tenemos que reconocer que el llamado a la revisión y renovación de las parroquias todavía no ha dado suficientes frutos en orden a que estén todavía más cerca de la gente, que sean ámbitos de viva comunión y participación, y se orienten completamente a la misión.
(Evangelii Gaudium 28)
Nuestra historia y tradición
Fundación
25 de marzo de 1957
Forma parte del arciprestazgo n.º 4 Murcia Sur. Fue erigida por decreto de D. Ramón Sanahúja i Marcé, Obispo de Cartagena.
Cuando se funda la parroquia, se hace segregándose del territorio de las Parroquia de Ntra. Sra. del Carmen de Murcia y de la Parroquia de Ntra. Sra. de los Dolores de Aljucer. La zona se le conocía como el Óvalo. La población se encontraba lejana a estos dos lugares de culto; además estaba muy diseminada y en continuo aumento, por lo que, pastoralmente, era difícil de atender.
Dicho prelado colocó solemnemente la primera piedra del futuro templo el 22 de marzo de 1959. Hasta la finalización de la construcción del templo, el culto se desarrolló en la ermita del Óvalo, aneja a la Casa de la Condesa, y hoy desaparecida.
Desde el primer momento, la parroquia mantuvo una gran actividad pastoral, con gran implicación del laicado, contando en aquellos años con una Junta Parroquial (germen de los actuales Consejos de Pastoral), distintas ramas de Acción Católica, grupos de Estudios Conciliares y grupo de Cáritas.